viernes, 13 de junio de 2008

El intercambio de miradas...

La mirada se estudia aisladamente, aunque forma parte de la expresión facial por la gran importancia que tiene en la comunicación no verbal por sí sola. Se le atribuye un papel importantísimo en la percepción y expresión del mundo psicológico. La mirada, aunque ubicada y originada en los ojos, no muere en ellos, va mucho más allá.

El intercambio de miradas indica a menudo la naturaleza de la relación establecida entre las personas en situación de comunicación. Transmitimos rechazo o una buena predisposición comunicativa.

El estudio de la mirada contempla varios aspectos, entre ellos: la dilatación de las pupilas, el número de veces que se parpadea por minuto, el contacto ocular, la forma de mirar... Se ha demostrado que las personas con mayor tendencia a la sociabilidad efectúan un mayor número de intercambio de miradas.

Entre las funciones de la mirada encontramos la de la expresión de emociones. Podemos leer el rostro de otra persona sin mirarla a los ojos; pero cuando los ojos se encuentran, no solamente sabemos cómo se siente el otro, sino que él sabe que nosotros conocemos su estado de ánimo.

Pero dentro de toda esta teoría existe un problema a la hora de hablar de la sinceridad.
La mirada no es 100% manipulable, no sabe mentir perfectamente, por lo que los hipócritas tienen un problema a la hora de mirar la la cara a otras personas con las pueden, o no, mantener una conversacion verbal, pero ese tipo de conversación no es la más importante.

También es cierto que la mayría de las personas no sabemos leer esas miradas, que las interpertaciones son muy subjetivas y que por ahí aún tienen escapada las personas falsas pero nunca es tarde para aprender.

Llevo una semana practicando mi conversación no verbal, no sólo de miradas, sino de gestos caricias, expresiones faciales y demás factores y me he dado cuenta de que no es tan dificil, es más, voy comprobando y mis lecturas son acertadas. Dentro de unas semanas más no me hará falta hablar con nadie, sólo mirar.


También me he planteado ser lo más sincera posible con mi mirada, sin perder la educación que a mis papás tanto les ha costado inculcarme, pero nunca he sido hipócrita y no voy a permitir que mi mirada lo sea.

Sin alargarme más, me despido.

Mil besos con ojitos sonriendo....

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